lunes, 5 de julio de 2010

¿Qué es Dios?


Bajó una mano del cielo y acariciando su pelo, rulo y señal de la cruz. La caricia de Jesús hizo posible el milagro. Convirtió la red en tierra, del balón hizo palomas que aterrizaban su paz en la isla Soledad, borrando una absurda guerra. Judas no juega esta tarde, lo expulsaron por traidor; y once apóstoles de Cristo, con sus oídos al cielo, consultándole al señor. Y Jesús dijo me voy, de tácticas ya no hablo, pero un consejo les doy: La pelota siempre al diez, que ocurrirá otro milagro... El diez susurró a su oído: "Novia eterna ven conmigo. Te llevaré de paseo, que nos verá todo el mundo y sabrán cuánto te quiero". La pelota enamorada, blanca piel inmaculada, se entregaba sin pudor a suelas de terciopelo de su eterno gran amor. En filigranas de baile comenzaba su paseo. Sobredosis de talento, convertía a los rivales en estatuas de cemento. Gran amante por doquier. Danza el diez con su mujer. Caricias, besos, abrazos, el diez haciendo el amor, y el orgasmo fue un golazo… Rojo el sol, gritaba gol, sus rayos, brazos en alto, y Jesucristo a los saltos festejaba la proeza del señor diez y su alteza. Otro vuelo de palomas, raudo viaje hacia el sudeste. Soberanía argentina, banderas blanquicelestes adornan la Gran Malvina. Premio Nobel de la Paz, desde Méjico a Fiorito. De Malvinas a Inglaterra, este loco diez bajito llenó de risas la tierra. Llanto de risas de madres, viendo en el diez al compadre. Gemela risa latente, su risa en todas las fotos de los hijos combatientes. Y Jesús dijo me voy, de tácticas ya no hablo, pero un consejo les doy: La pelota siempre al diez, que ocurrirá otro milagro... Gran amante por doquier. Danza el diez con su mujer. Caricias, besos, abrazos, el diez haciendo el amor, y el orgasmo fue un golazo…


El mejor jugador de fútbol de la historia, y es argentino. Y si, no fue un ejemplo de lo que se debe ser como persona, pero quien dijo que tiene que serlo? Es el más grande del mundo, y para mí, eso alcanza y sobra para que tenga mi admiración y sentirme orgullosa de haber nacido en el mismo país que él. Nadie estuvo en su lugar y soportó esa presión como para poder criticarlo. Ojalá que se quede en la selección y gane la Copa América, porque nadie siente la camiseta como él, aunque no la lleve puesta.



Por tu milagrosa mano y el milagro de tus pies, 
Muchas gracias señor Dios, muchas gracias señor Diez

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