“La importancia de un mate” (?)

Esto es algo que me acordé ayer, que por alguna razón lo tenía muy olvidado en el fondo de mi mente.
Cuenta la leyenda, que cuando yo era pequeña todos los sábados a la mañana sin falta mi abuelo venía a mi casa y se ponía a tomar mate con mi papá mientras miraban tenis. Todos los sábados lo mismo. Yo los miraba desde un costado. No tenía nada que hacer ahí, me aburría como la mejor, pero igual quería "formar parte" de eso. Cuando era chica hacía mucha diferencia con la familia de mi papá y la de mi mamá, como que sentía que tenía que estar con mi papá y mi abuelo porque tenían mi apellido, el resto no eran tan importantes. Entonces me quedaba ahí sentada, mirando partidos que para mi eran aburridísimos y escuchándolos hablar de máquinas inmensamente más aburridas que los partidos. Cuando terminaban y se iban, yo me sentaba en el lugar de mi papá y tomaba mate sola. Era un mate re lavado y frío, pero en ese momento ni siquiera sabía que gusto se suponía que tenía que tener el mate, y tampoco me importaba. Esa tradición de los sábados a la mañana se empezó a ir de a poco, no sé por qué. Mi papá tomaba mate solo. Un día me siento al lado de el y me da un mate. Suena estúpido, pero fue un gran momento. Otra cosa que diferencia a la familia de mi papá con la de mi mamá es que siempre mis abuelos paternos tomaban mate y en la casa de mi abuela materna creo que jamás hubo uno. Ahí "entré" a la familia, empecé a tomar mate con mi papá cada vez más seguido, a comentar partidos de fútbol y a entender el tenis, que igual me sigue aburriendo. Hace unos meses que mi abuelo está por allá tomando mate con Guinzburg, Sandro, Pappo y en cualquier momento Luismi; mientras que acá, este domingo, por primera vez, cebé yo.- 
Te dedico la entrada Guadita ♥