domingo, 18 de octubre de 2009

No es que te odie, pero tampoco te amo. Está bien, me diste la vida blablabla y todo eso, gracias. Pero cuando veo como son las otras madres, como aparentemente se supone que debe ser una madre, veo diferencias importantes. Vos misma lo decís, tenés una familia, pero no sos ni ama de casa ni madre. Te tomas todo como un trámite, y no creo que sea así. Todavía falta mucho para que te perdone la actitud que tomaste cuando pasó lo de mis abuelos, esa posición tan fría y distante, de decirme 'falleció' como si me estuvieras diciendo 'poné la mesa', y durante todo ese tiempo horrible que estuvieron internados no hacías otra cosa protestar porque tenías que ir, mientras papá se lo re bancó, ni una vez lo escuché quejarse ni estar mal, fue fuerte, como siempre es el, pero también me abrazó cuando quise. Parece que no entendías la gravedad de lo que pasaba. Pero bueno, ya está, no va a volver a pasar. Además de eso, son los muchos momentos en los que no estuviste, que en su momento no me importaron pero ahora sí; es nunca preguntarme 'como te fue hoy?'; es sólamente resaltar lo que hago mal y jamás felicitarme por nada; es que nada de lo que haga te venga bien. Son muchas cosas las que me duelen molestan, por eso hoy no te dije 'Feliz Día', porque no te siento una madre de verdad. Hay madres peores, ya se, pero a mi me tocó esta.

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