viernes, 23 de julio de 2010

No hay nada que pueda decirte. Sos libre de hacer cuanto quieras. No puedo retenerte porque, simplemente no tengo el suficiente poder sobre vos ni la importancia que siempre quise tener en tu vida. No puedo pedirte que me prometas nada porque sería esperar que me defraudaras. No puedo decirte que te quiero sin antes pensar que para vos no significa absolutamente nada. No puedo contarte sobre mis asuntos porque tengo miedo de que creas que quiero hacer que formes parte de mi lista de problemas. No quiero tenerte porque implicaría perderte. No espero que me esperes ni creo que esperes que te espere. No quiero que creas que no sos nadie. Sos alguien. No sos como los que conozco, sos distinto, tenés algo y me encanta saber que no te das cuenta y puedo repetírtelo mil veces y que otras mil veces más vas a negármelo. Entonces, mi vida ya tiene una misión. No quiero perderte de vista, en todo caso, quiero perderme para poder encontrarme en vos. No quiero que seas infeliz pero tampoco me imagino aceptando tu felicidad por tu lado, lejos de mí y todo lo que me incumbe. No quiero verte al lado de nadie más pero te lo permitiría si eso te hiciese bien. No quiero nada más que tu interés constante, tus preguntas insoportables, tu egoísmo, tu forma déspota de ser, tu cuerpo hecho para coincidir conmigo en cualquier lugar, tus estúpidas promesas, tus complicadas palabras y todas esas cosas que odio y amo al mismo tiempo de vos. Porque sos exactamente eso, lo que quiero y no debo, lo que deseo y no puedo. No quiero que seas una de mis contradicciones y sin embargo, te coloco entre una de ellas. Quisiera decir que no quiero quererte, que no puedo tenerte cerca, que no debería de haberte conocido, que no te tolero, que no sos especial en mi, que no te necesito... pero nada de todo aquello surge en mi como un sentimiento sino más bien como una mentira. Sos la combinación perfecta entre lo que quiero y necesito, entre lo que no tengo y de lo que dependo. Sos todo aquello que no encuentro en nadie más y la verdad es que te odio por eso, por ser único en mi vida.


 

Me encantaría saber quién escribió eso, pero no tengo idea.

No hay comentarios: